La farsa de los stakeholders

Publicado por: Capellán Strauss Belial (2 de enero, 2024)

Tiempo de lectura: 8 minutos


Los inversionistas o “shareholders”, mal llamados “stakeholders”. Parásitos que se esconden tras la excusa de supuestos riesgos y una estafa circular que los protege del escrutinio público. La farsa tras su imagen y su real relevancia. ¿Corren realmente algún riesgo? ¿Son realmente necesarios para que una empresa prospere?

Los mal llamados 'stakeholders', parásitos que se esconden tras la excusa de supuestos riesgos y una estafa circular que los protege del escrutinio público. La farsa tras su imagen y su real relevancia.

Imagen por Alexa (Pixabay)

¿Qué es exactamente un “stakeholder”?

En teoría un stakeholder es una “parte interesada”, o más bien “la parte que asume el riesgo” en una empresa. Se suele decir que incluso los empleados o los clientes de una empresa son *stakeholders", pero eso es falso; los clientes solo tienen interés en el producto que adquieren, sea de la empresa que sea, y los empleados solo tienen interés en la retribución económica y condiciones laborales, sea de la empresa que sea. Los únicos realmente interesados en una empresa en particular, son los dueños de sus acciones.

En el uso diario se usa “stakeholders” para referirse a los inversionistas. Lingüísticamente es correcto decir que eso significa “stakeholder”. Los únicos usos de “stakeholders” en cuanto a empleados o clientes, es en discursos poéticos de comunicación interna.

Por lo tanto me referiré al uso habitual del término: inversionistas dueños de la empresa (“shareholders”).

La palabra “stakeholder” es un término en inglés que se refiere a “quien posee el riesgo” (desde el medioevo se usa la palabra “stakes” como sinónimo de “riesgo”). Incluso la misma justificación que ellos imponen para explicar su existencia y evitar que cuestionen sus sumas absurdas de ganancia, es que “se llevan todo el riesgo”. Si una inversión no resulta como esperaban, ese dinero que invirtieron “se pierde”.

Pero consideremos un detalle: ¿realizó el inversionista alguna labor o esfuerzo que justifique algún porcentaje, aunque sea microscópico, de su ganancia? No, nunca. No existe fruto de trabajo alguno por parte de un inversionista. Quienes realmente se esfuerzan y trabajan son los empleados de la empresa, quienes reciben salarios comunes y corrientes acorde, idealmente, a su esfuerzo. De hecho si un empleado de la empresa se queda sin su trabajo debido a, por ejemplo, una decisión de los inversionistas para recortar costos e incrementar sus ganancias, se queda en la calle, y debe buscar otro trabajo para poder recuperar su calidad de vida y volver a como estaba antes.

¿Qué riesgos corre realmente un inversionista?

Los “riesgos” de un inversionista son en realidad solo dos:

  • Perder lo que invirtieron, haciendo que no ganen sin esfuerzo una suma de dinero que habían predicho. Si era solo una de muchas inversiones, como suele ser, solo no se hicieron algo más millonarios o billonarios de lo que ya eran. Seamos honestos: eso no es un riesgo, es solo ganarse una lotería menos. Nada en su calidad de vida se verá realmente alterado en lo absoluto.

  • Perder lo que invirtieron, y si era una inversión que acaparaba todo su capital, perder todo. Algo que ningún inversionista que haya logrado establecerse como tal hace. Y en este absurdo y prácticamente inexistente escenario, el inversionista quedaría en la misma posición que un empleado de la empresa: tendría que buscar un trabajo y obtener una calidad de vida de persona normal. Solo dejaría momentáneamente de ser un billonario,

El mayor riesgo posible para el stakeholder es el de tener que buscar un trabajo. Un riesgo que los empleados lo corren siempre. Y eso considerando que los inversionistas solamente corren un riesgo así si toman una decisión inmensamente estúpida y deciden invertir todo en un solo negocio, cosa que no tendrían por qué hacer ni hacen. ¿Deberían ser los inversionistas los llamados “quien toma el riesgo” realmente? ¿No es entonces una farsa que ellos lleven la bandera de “los que corren con el riesgo”? ¿No es un insulto en la cara a todos los empleados el que ellos sean los que se lleven el mérito de cargar con el riesgo?

La relevancia del inversionista

No por nada suelen inundar sus discursos hablando del riesgo y de lo mucho que supuestamente ponen en juego. Si la gente pusiera su atención en qué realmente sí aportan al sistema, nos daríamos cuenta que solo son parásitos. Todas las empresas exitosas del mundo comenzaron sin inversionistas, y estos solo aceleraron un crecimiento que ya poseían. La única seguridad que le da una ronda de inversión a una empresa, es el de poder adelantarse a su competencia. Pero la necesidad de adelantarse existe únicamente porque la competencia también podría recibir una ronda de inversión.

Y si consideramos que los inversionistas solo invierten en empresas que están creciendo exitosamente, si quitamos de la ecuación la amenaza de otros inversionistas en la competencia, ¿son realmente los inversionistas necesarios?

Incluso matemáticamente: si un inversionista invierte X cantidad de dinero en una empresa y espera ver su inversión multiplicda, ¿cuál es realmente el beneficio si va a extraer más de lo que entregó? Y eso sin contar que al tomar el control de la empresa, como se hace en la actualidad, exterminará el objetivo original de la empresa y lo reemplazará por el único mantra que realmente le importa: “Reducir sus costos; aumentar mis ganancias”.

Y si lo que más le importa al inversionista es recibir más ganancias y reducir costos, entonces los salarios deben mantenerse siempre al mínimo sustentable. Algo que ya ocurre: no por nada Wallmart es la empresa que más empleados tiene que deben recibir ayudas del gobierno para poder alimentarse.

Entonces, si la presencia de un parásito inversinoista significa reducir la calidad de vida de los empleados, reducir la calidad de los productos para los clientes y solamente beneficiar sus propias ganancias, ¿son realmente necesarios?

Lamentablemente ningún país en la actualidad tiene el poder necesario para hacerles frente. Potencias mundiales son capaces de orquestar guerras y exterminios con tal de abultar sus ganancias personales. No por nada en esta etapa de “late capitalism” la distribución de la riqueza en todo el mundo se está yendo a extremos volátiles con un puñado de billonarios acumulando todo mientras la gente común lucha por sobrevivir.

Y cuando la lucha por la supervivencia de paso a un mayor entendimiento y la gente deje de luchar consigo misma, culpándose por “no esforzarse lo suficiente”, y se de cuenta de quiénes realmente son los enemigos, la revolución francesa se verá pequeña al lado de cómo se revelará el próximo colapso del capitalismo.